martes, 3 de noviembre de 2015

El Hostigamiento y abuso sexual a las mujeres y la minimización los hechos.

¿Por qué es tan grave lo ocurrido con una conductora de televisión y su compañero al tocar sus senos e intentar levantar su falda?

Es grave por el mensaje que envía a las mujeres que ven ese programa, es grave por el mensaje que envía a los hombres que ven ese programa.

¿Qué mensaje? cuando uno ve esas escenas puede apreciar la imagen de sexo dominante sobre una víctima que debe sonreír y aguantar ante, lo que es a ojos cerrados, una invasión a su espacio personal, debe sonreír y aguantar los comentarios y muestras de afecto lascivas ¿y si no aguanta? Pues “anda hormonal”, “anda en sus días” o “es una histérica exagerada” porqué ella debería de aguantar ¿o no? y claro, además el que un hombre lo haga es gracioso, debe ser chistoso para los demás y así es como se perpetúan los abusos, cuando los normalizamos, cuando los hacemos cotidianos y sobre todo cuando los minimizamos.

Hoy día podemos ver en TV muchas de esas escenas y nadie se escandaliza, encima de todo hasta podemos llegar a justificarlas, porque tal vez (pensarán algunos) “les levanta el ego”, “les gusta” o lo más común “porque ellas lo permiten”, “a ellas no les molesta, ¿por qué te molesta a ti?”.

Hemos aprendido a lo largo (o corto) de nuestra historia que la belleza de la mujer marca un estándar en su seguridad y reconocimiento, desafortunadamente se ha vuelto un elemento mediante el cual una mujer es valorada (si, sé que muchas de estas percepciones le parezcan arcaicas o inexistentes, pero aún persiste esta idea) basta ojear una revista o ver los programas de televisión, aquellos de gran penetración en los que lo que se exalta es su belleza, su cuerpo o sus curvas pronunciadas, claro incluyendo el destacar su corta y ajustada vestimenta, como si alguien que prefiere utilizar vestidos largos sea menos bella, o que aquella mujer que no cumpla los estándares de belleza marcados por ellos no merezca que se haga mención de su también belleza. El problema de la “normalización” a la que hacía referencia es justamente cuando la mujer acepta ese papel impuesto, cuando se le cosifica y aceptamos esto como parte del cotidiano existir, se “Aprende que la única función en esta vida es ser objeto, pero como en todo hay objetos mejores que otros, aprende a "venderse" como mejor objeto, así tenga que competir con otras, y ahí tienes las historias del medievo entre las reinas peleando por ser la elegida, los cuentos donde la virginal y pura es la de mayor valía” “Hay mujeres que compiten con buen cuerpo, lo que se considera estereotipadamente aceptable” (Mine MonteMar). En muchos de los casos ellas ignoran que existe una realidad alterna, el patriarcado en que nos hemos desarrollado dicta desde pequeños cuales son los roles de género que cada uno debe desempeñar, los medios los refuerzan y en muy amplios sectores sociales quien no cumple el rol de género impuesto es mal visto.

Hemos llegado a grados inimaginables mediante los cuales se justifica la violencia a la mujer, un hashtag en internet #CalientaHombres que se convirtió en tendencia en nuestro país, y antes de eso encuestas a nivel nacional en el que más del 10% de la población piensa que algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres.

Debemos entonces poner un alto a todo esto, debemos hacer ruido y hacer visible esta clase de abusos, con ello más y más mujeres y hombres podremos ir identificando estos casos y poniéndolos en tela de juicio hasta lograr erradicarlo, deben hacerse campañas masivas mediante las cuales hagamos saber cuándo y en que momento una mujer está siendo víctima de hostigamiento, según la ONU "la violencia de género ha disminuido en los países donde se encuentra información disponible y programas para abordar la problemática" debemos hacer saber que no es normal y que tampoco es gracioso, debemos instruirnos todos en casa, pero también a instruirnos a nivel Institucional, para que estas instituciones reproduzcan estas acciones, debemos darnos cuenta que el machismo no nos beneficia como sociedad, pequeños abusos desencadenan grandes ataques hacia las mujeres, no es exagerar, es ser conscientes de los derechos que como mujeres y como grupo vulnerable tienen, es conocer las leyes y tratados no solo nacionales sino internacionales que defienden una vida libre de violencia para las mujeres. No es buscar solo el bienestar para ellas, es buscar un bienestar colectivo.

Gracias Mine MonteMar / Ale Ventura / Luis Sánchez por ampliar mi visión.

Aquí dos vídeos para consultar:

De estereotipos y roles de género: La publicidad dirigida a las mujeres en el siglo XX

Cortometraje francés que muestra un mundo donde los hombres son mujeres




No hay comentarios: